Esta celebración arranca de principios del siglo XX, en el proceso de lucha por los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
Durante la I Guerra Mundial (1914-1919) muchas mujeres comenzaron a trabajar fuera de casa, en la fábricas que necesitaban material para la guerra, mientras los hombres luchaban en el frente.
A partir de esas circunstancias, las mujeres comenzaron a reivindicar salarios acordes con su labor y una mejora en sus condiciones y seguridad en el trabajo.